Posted by Carolina on 15 Dic 2016 in A mi padre
I ( 6 de agosto de 1994)
Giraba el mundo,
y las esferas pálidas de tus ojos
ya estaban quietas.
Un latido decreciente en la luna llena
y yo, incrédulamente,
creí entenderlo.
No, no hay huracán de olvido
que te arranque de mis versos,
ni tempestades de años
que borren tu recuerdo,
ni nada en este mundo
que llene tu silencio.
II ( 6 de agosto de 1994)
Padre:
tus manos...
!Cómo las recuerdo!
Tus ojos,
que eran ángeles cautivos,
tu voz...
tu voz...
la echo tanto de menos...
III ( 9 de agosto de 1994)
Padre:
torrenciales diluvios
han anegado mi alma,
violentas tempestades
azotan mis sentidos,
y un clamor que recuerda
tu voz tan querida, grita:
!YO NO HE MUERTO!