Posted by Carolina on 30 Ene 2005 in Cuestión de palabras, Palabras clavadas
Una
Mi sombra se proyectaba en el asfalto hasta que llegó a ser más suya que mía. Las piedras tenían dedos que me señalaban. El aire olía a sangre aún sin coagular. Miles de insectos zumbaban por dentro de mi sien. No había más que hacer. El cuerpo del delito sólo habría sido un cuerpo más entre los millones de cuerpos que se descomponen cada día.
Pensé que nunca nadie lo llegaría a notar, pero ya había quitada la primera piedra.