Categoría: "Cartas"
Hola, abuela:
Estáis todos mal de la cabeza si pensáis que vais a hacerme volver. Ahora por fin, he conocido a alguien que me quiere de veras y que no me trata nunca mal. Al menos, no tan mal como vosotros.
Puedes estar segura de que mi vida en la granja ha sido un infierno. Pero, ahora vivo en una casa decente, con una mujer que me cuida y que no disfruta humillándome a cada momento.
Por cierto dile a Felipe que tenga cuidado con la cerda, que luego pasa lo que pasa. Sobre todo que no se quede dormido a su lado ,que ya sabemos que es lo más parecido al calor humano que puede encontrar allí, pero que no es nada higiénico.
A la Lola le dices que no soy tan feo como ella se creía, que después de que mi novia me convenciera de lo de la ducha y me cortase las trenzas de la barba para quitarme los piojos, resulta que soy un tío normal. ¡Menuda sorpresa! ¡Si tenía hasta dientes!
A ti te debo, no obstante, esta mierda de cojera que me ha quedado de tu última paliza. Desde luego, a quién se le diga que esto es obra de una vieja de 83 años… Pero, te mando una foto para que veas lo que he mejorado y te remuerda la conciencia de saber en qué clase de bestia me estabas convirtiendo. Como verás, por fin parezco un hombre. Lo bien que huelo ahora no lo puedes notar, pero te aseguro que es un invento lo de la taza del water. (No entiendo por qué tú nunca quisiste poner una en la granja.)
Bueno, no tengo nada más que decirte. Espero que no vivas muchos años para que el pobre Felipe pueda disfrutar un poco de la vida como por fin hago ahora yo. No vuelvas a intentar comunicarte conmigo. Esto es un adiós.
Tu ex nieto
Baltasar
Querido Baltasar:
No he podido escribirte antes porque el mal tiempo me ha tenido incomunicada hasta hace unos días. Ha nevado sin parar y casi terminamos con toda la leña. Menos mal que volvió a salir el sol porque ya nos estaba invadiendo una tristeza existencial a todos que daba asco. Durante estos días de mi encierro he pensado mucho en ti, y en esas diferencias que te mantienen alejado de nosotros. No seas tonto, vuelve. Todos nos acordamos de ti y estamos dispuestos a olvidar viejas rencillas. Saberte tan solo y tan lejos no nos ha hecho más felices a nosotros. Supongo que tu caso no es mejor. Te pido que no esperes mucho para darte cuenta de que todo este tiempo te has estado equivocando. Todo lo que te pasa es culpa de ese carácter tuyo que no logras dominar. A nadie le hace gracia que le recuerden sus defectos, pero a veces hay que darse cuenta de que sólo es que nos quieren ayudar. Tú te lo tomaste a la tremenda y mira cómo nos vemos todos ahora.
Qué tristeza... nunca lo hubiera imaginado...
Vuelve pronto Baltasar
La abuela