También fue muy comentada
La tal boda en mi comarca pues desde Añón a Bureta
Nadie vió gente tan carca.
Unos venían de lejos
Y otros lejos se marchaban,
Para escapar de la quema,
Que tanto jaleo amarga.
- La infanta está muy guapica;
- Decía la tía Casca
- Pero lo malo es que el novio
Tenga tan grande la napia,
Y esa moñaca de rojo
Tié que ser de buena casta
Para aguantar el enojo
!venga y dale con la falda!
Debe ser pá que no pise
La tela de tanta pasta
Que si se tuerciera un pié
!vaya boda pá la infanta!
Eso es lo que debe ser,
Porque mira que no es larga.
- ¿Y qué te creías pués?,
- ¡Pá eso el padre es rey de España!
En el teleclú del pueblo
Todas las mozas lloraban
Y los mozos tan contentos
Que podrían consolarlas.
- Es que las bodas reales
Me emocionan en el alma
- Más güena será la nuestra,
¡Pero no me llores, maña!
Un concejal con su hijo,
La alcaldesa con su hijastra;
Habían ido a Sevilla
Representando a Novallas.
Llevaban para los novios
Grande surtido de pastas:
Españoletas, bizcochos
Y rosquillicas nevadas
Y mantecados de almendras
Y tortas de nuez y pasas.
También llevan una cesta
Con restos de la matanza,
Que hay unas pocas morcillas,
Chorizo, jamón y magras
Y un buén trozo de panceta
Y costillas adobadas,
Que pá hacer unas lentejas
Como esas cosicas; nada.
De vinicos hay centena
En botellas bien tapadas
Y aceite virgen de oliva
Que viene envasao en lata.
¿Y qué decir del cordero,
que aún de la madre mamaba?
¡Todo cosas de la tierra,
lo mejor de la comarca!
Tan contentos que se fueron
Que lo menos se esperaban
Que los fueran a sentar
Al ladico de la infanta...
Pues después de tanta bulla
Y de darse tanta chanza
Lo más noble que allí vieron
Fue el culo de una mulata
Que subida a una farola
No les dejó ver ni papa.
La alcaldesa daba pena
A la vuelta de esa farsa
Con el pelo todo tieso
Y la cara colorada,
No sé si de la vergüenza
O del sol que palli abrasa
Y el concejal D. Lorenzo
Más parecía un fantasma.
¿Y qué decir de su hijo?
¿Y qué contar de la hijastra?
Si parecían dos puercos
Que vuelven de la matanza...
No hubo boda más sonada
Que la boda de la infanta
Se nombró por mucho tiempo
Y la gente no se cansa
De comentar la chapuza
Del concejal de Novallas
Tan contentos que se fueron
Y tan planchaos que los mandan
Que hasta el médico del pueblo
Los puso en una ambulancia
Y los mandó a Zaragoza
Pá ver si los arreglaban.
Y es que no podía ser
Que entre tanta gente guapa
Estuvieran dos paletos
Creyéndose aristocrátas
¡Pues si que tendría guasa
sentarlos con el Alberto
o al lao de la Cayetan!
Si entre tanto güén perjume
Ellos apestan a vaca
Y juran más que la Sole
Y no platican de nada
Más que de si sopla el cierzo
O les pica la almorrana
O si hay nubes en el cielo
Igual cae agua mañana.
Yo, que no salí del pueblo;
Me sé mejor la comanda
Y la ropa que vistieron
Que el concejal y su hijo
O la alcaldesa y la hijastra
Que ellos no vieron más nada
Que el culo de esa morena
Que la vista les quitaba
Aunque dijo D. Lorenzo:
!Con ese culo me basta
pues no hay moza en todo el pueblo,
que menee así las ancas!.
Autora: ( Romance viejo ). Versión recogida en Milexia M. 50 III